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Mirador del Ribazo, con el monumento al aceite carbulense
Entre los muchos lugares que merece la pena visitar en la localidad cordobesa de Almodóvar del Río, como sus ermitas de la Virgen del Rosario y San Sebastián (de las que podrás saber más en este artículo), su Ateneo Popular o su impresionante Castillo de Almodóvar que fue escenario del rodaje de la famosa serie Juego de Tronos, merece un espacio destacado el impresionante mirador del Ribazo con el monumento al aceite carbulense.
Qué ver desde el Mirador del Ribazo
Entre los 3 miradores que se encuentran en Almodóvar del Río, el Mirador del Ribazo merece nuestra atención. Se encuentra haciendo esquina, en la confluencia de la calle Pérez Galdós con Homero (te dejamos aquí el plano para que puedas localizarlas fácilmente). Desde su balaustrada, en este magnífico mirador, se tienen unas extraordinarias vistas tanto del Castillo como de las onduladas tierras de la Vega del Guadalquivir. Bajando sus escaleras se llega a un bello jardín que asoma a la campiña.
Monumento al aceite carbulense
En la explanada del Mirador del Ribazo, se encuentra el Monumento al aceite carbulense. En textos del historiador romano Plinio el Viejo, se le llamaba Carbula a la zona donde se encuentra actualmente Almoldóvar del Río. Era una zona muy importante para los romanos por gran cantidad de olivos que se dedicaban a la producción de aceite de oliva. Si a día de hoy el aceite de oliva es un producto indispensable en nuestras cocinas, no lo era menos para los romanos. También Plinio, en su obra “Historia Natural” relata que el aceite de oliva era un producto indispensable para la vida diaria de los romanos, no solo lo usaban para cocinar, también lo utilizaban como combustible para iluminación y como ungüento en las termas. Por ello, desarrollaron una importante industria de producción y transporte de este apreciado óleo.
En este monumento se hace un homenaje a la gran cantidad de alfares donde se fabricaban ánforas para la exportación de aceite de oliva que se transportaban por el río Guadalquivir hasta Sevilla y desde allí, eran llevados a diferentes lugares del Imperio Romano. Cada alfar le ponía un sello distintivo a su producción y se han encontrado restos cerámicos de las ánforas que procedían de Carbula en lugares tan distantes como Roma, Francia, Alemania, Gran Bretaña o Egipto.
No dejes de acercarte al Mirador del Ribazo y al Monumento al aceite carbulense. Tendrás una perspectiva extraordinaria de este hermoso valle y te empaparás de la historia que ha configurado nuestra localidad. Y si te apetece conocer más sobre nuestro pasado, en el Castillo de Almodóvar estaremos encantados de guiarte por otra etapa de la historia.