Anécdotas del Rey Pedro I (I)

Publicado en

 

En este castillo lo tenemos claro, nuestro rey preferido es don Pedro I, por unos llamado el Cruel, pero por otros, entre los que nos encontramos, es llamado el Justiciero.

Pedro I de Castilla

Y eso no sólo es por la relación que tuvo don Pedro con el castillo, sino por ser un personaje curioso, dado al ingenio y con gran cantidad de leyendas, que son las que le han hecho sobresalir entre otros reyes de su época. Hoy pretendemos contar una de sus curiosas leyendas.

Cuenta la leyenda, que el arcediano de la Catedral de Sevilla, que era un tipo pendenciero, tuvo una discusión con un zapatero de la ciudad de Sevilla. Llegó a tanto la pelea que el religioso asestó una puñalada al zapatero, matándole.

Gracias a sus influencias, el castigo al diácono acabó siendo más ligero de lo que debiera, dejándolo todo en la prohibición de decir misas durante un año.

Ante tal injusticia, el hijo del zapatero pidió audiencia ante el rey, que se encontraba en la ciudad en una de sus frecuentes estancias.

El hombre presentó su caso al rey, preguntándole don Pedro si se veía capaz de matar al religioso, a lo que respondió que sí, y el rey le ordenó que lo hiciera.

El hijo del zapatero procedió a cumplir su venganza. Durante una procesión, el joven salió de la multitud, e apuñaló al arcediano tal como éste había hecho con su padre.

Se formó un tumulto y finalmente se detuvo al hijo del zapatero.

Pero en aquella procesión estaba presente el rey, que llamó ante sí al asesino, al que reconoció perfectamente, pero se hizo el despistado.

Preguntó don Pedro al joven que porqué había hecho aquello, a lo que le respondió que el arcediano había matado a su padre así y que él había querido pagarle con la misma moneda.

Se volvió el rey a los eclesiásticos para preguntarles sobre aquel hecho, que respondieron afirmativamente.

Preguntó el rey entonces que cual fue el castigo impuesto. -“Fue condenado a no decir misa durante un año”-, respondieron estos.

Entonces el rey, dictó sentencia para el hijo del zapatero:

-“Condeno a este hombre a no hacer zapatos durante un año”-.

Y así, don Pedro el Justiciero, emuló a rey Salomón.